jueves, 24 de octubre de 2013

Corazón Manchado. Capt. 11.

Corazón Manchado


Capítulo 11


Cuando Arianna pudo ver como se abría la puerta, le recorrió el mismo escalofrío que había sentido unos momentos antes al ver el rostro de Jean por las escaleras.

Jean se había quitado la camiseta y llevaba una bolsa de hielo en la mandíbula, donde le había dado Jorge. Arianna sintió lo mismo que sintió el primer día que lo vio, ¡¿estaba enamorada de un asesino?! No, no podía ser, tenía que reprimir esos sentimientos, como con casi todos los que sentía. A Arianna no le gustaba mostrar sus sentimientos más ocultos, ni Amanda sabía muchas cosas sobre ella. Y sobre todo en ese momento.


-Arianna, ¿Qué haces aquí? Pensaba que lo nuestro se había acabado -dijo Jean cabizbajo-


-La verdad es que te quiero, y que me gustaría que cenásemos juntos para poder charlar sobre lo ocurrido-


- Arianna, te quiero, sin ti no puedo vivir, te prometo que no volverá a ocurrir, de verdad me arrepiento mucho de lo que hice, fui un idiota -chilló Jean mientras daba golpes a la pared-


Arianna estaba a punto de llorar por todas las bonitas palabras de Jean, pero sólo eran palabras para conquistarla y después, traicionarla.


-Venga, Jean, vístete y vente conmigo al restaurante y así lo solucionamos, ¿vale? -le dijo, dándole un abrazo-


Después de que Jean se vistiera, salieron rumbo al restaurante. Entonces Amanda y Jorge se pusieron en marcha. Amanda se acercó a la puerta del cuarto de Jean y le hizo una seña a su novio para que se acercase, ya que no había nadie. Éste traía una caja de herramientas para abrir la puerta, después de unos minutos, la puerta no se resistió más y se abrió, Amanda entró primero y Jorge se quedó cerrando la puerta sigilosamente. Como no querían llamar la atención, no encendieron las luces, lo que les hizo andar a oscuras hasta que encontraron la puerta del baño y entraron.



Mientras en el restaurante...


-¿Qué vas a pedir cari... Arianna? -dudó Jean, ya que después de la discusión no sabía como tratar a Arianna-


-No te preocupes, amor, ya está solucionado, me puedes llamar como te dé la gana -aseguró Arianna haciendo el papel de novia enamorada- Voy a pedir... La pizza con anchoas y... la ensaladilla rusa -dijo distraída intentando localizar al camarero sospechoso de la otra noche, que parecía que no estar-


-Como desees, cariño


Al final salió el camarero sospechoso, pero parecía cambiado, como si se hubiera dado un cambio de look, aunque al final les atendió otra persona. El camarero, no dejaba de mirar a Arianna con una cara de entre pena y malicia. Eso hizo que Arianna se sintiera muy incómoda.

Cuando les trajeron la comida, ya el camarero había desaparecido. Jean notó que Arianna estaba distraída.


-Amor, ¿está todo bien?


-Sí, está todo genial. Sólo quería hacerte una pregunta, ¿Por qué te pusiste tan nervioso esta mañana?


-Pues de eso te quería yo hablar, lo que pasa es que pensé que me estabas engañando, porque mi antigua novia lo hizo y así acabó...

A Arianna le dio un pequeño paro cardíaco, ¿A qué se refería con lo de y así acabó? De todas maneras tenía que hacerlo, tenía que resistir, no solo por sí misma si no también por Sally, a la que nadie pudo vengar.


Mientras en el cuarto...


-Jorge... -susurró Amanda con la voz ronca


-¿Qué pasa? -se acercó y se encontró con su novia señalando al baño que tenía una pequeña luz que alumbraba lo peor que se podían imaginar, no sólo estaba la marca que describía Sally en el suelo, si no que estaba todo cubierto de palabras escritas con sangre seca, algunas decían "POR QUÉ?" "LA SOLEDAD MI AMIGA, MI PENA, EL CAUTIVERIO" "LA MUERTE, MI ÚNICA VÍA DE ESCAPE" "SÓLO PODRÉ SER LIBRE EN EL INFIERNO" y muchos dibujos y pinturas también escritas con sangre. Al lado de la marca en el suelo, estaba el resto del diario de Sally, cubierto de huellas de sangre.

-Sally se volvió loca...-susurró Jorge


-¡Jorge! -chilló involuntariamente Amanda y se tiró atrás y cayó en los brazos de su novio, quien le tapaba la boca para no hacer tanto escándalo, Jorge se agachó y cogió el diario, hizo fotografías de la escena con su móvil y salieron de allí lo más rápido que pudieron.


Al entrar en la habitación se encontraron con Arianna, que se estaba quitando los zapatos. Jorge y Arianna le enseñaron las fotos del cuarto de baño de su "novio". En ese momento Arianna se tapó la cara con la manos y salió corriendo de ese lugar, llorando.


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